El síndrome de Turner (ST) es un trastorno que afecta a aproximadamente 1 de cada 2.000 niñas en los Estados Unidos. Es causada por la ausencia total o parcial de uno de los cromosomas sexuales femeninas. Esto
da lugar a una serie de complicaciones, incluyendo retraso en el
crecimiento y el desarrollo, un aumento del riesgo de problemas de
corazón y riñón, y la infertilidad.
El
síndrome de Turner fue descubierto en 1938 por el Dr. Henry Turner,
mientras estudiaba un grupo de 7 chicas que todos tenían las mismas
características físicas y de desarrollo inusuales.
Aunque
la mayoría de la gente hoy en día se refieren a la condición como
síndrome de Turner o TS, su médico puede llamar disgenesia gonadal. Esto
se debe a que una de las características definitorias de TS es que
afecta los ovarios-las gónadas femeninas primarias o glándulas sexuales.
El desarrollo anormal o insuficiencia prematura de los ovarios afecta a su capacidad de producir estrógenos. Esto
puede resultar en una variedad de problemas, incluyendo la
infertilidad, irregular o ausencia de períodos menstruales, menopausia
temprana, y la osteoporosis.
Aunque
cada niña o mujer con TS experimenta sus propios síntomas y signos
únicos asociados con la enfermedad, existen características comunes que
todos ellos suelen compartir. Por
lo general, las personas con síndrome de Turner tienen una estatura
anormalmente baja a la altura media de una persona con TS que no ha sido
tratado con la hormona de crecimiento es de 4 pies 8 pulgadas. Además, la
mayoría de las personas experimentan la menopausia antes de tiempo
debido a la insuficiencia ovárica.
Rasgos físicos distintivos también pueden estar asociados con el síndrome de Turner. Estos incluyen:
Orejas de implantación baja
Pelo en cuello que se extiende hacia abajo, hacia los hombros
Exceso de piel en el cuello
Ojos caídos
Escoliosis
Uñas de las manos y de los pies que giran ligeramente hacia arriba
Pies planos
Mayor angulación del codo
No hay cura para el ST, pero hay maneras de manejarlo. Hormona
de crecimiento humana y la terapia de reemplazo de estrógeno son
ampliamente utilizados en los pacientes con el síndrome de Turner y se
inician típicamente en la infancia. Para que estos tratamientos tengan mejores resultados, el diagnóstico precoz es fundamental.
Escrito por Daniel J. Toft MD, PhD y Kelly M. Rehan
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